Es fácil conciliar con el mundo cuando se le aprecia a simple vista. Los ojos son esencialmente afables y, siempre que pueden, dan asilo al asombro. En ellos se funden el paisaje y los anhelos, la  prueba es que nadie ha alcanzado el horizonte porque sólo existe en la mirada.

Pero no hay razón para desconfiar de lo que vemos. La ilusión es también una verdad y en ella radica la honestidad de nuestro oficio. El corazón siente lo que los ojos ven, como mal  reza un refrán. Hay que decirlo de este modo para trazar la labor del artista, que es un poco desandar los pasos de la maravilla y el dolor de los acontecimientos hasta dar forma a una visión.

Max Jacobs, a pesar de vivir  uno de los momentos más irracionales de la humanidad, decía que el sentido común es el instinto de la verdad. Nosotros queremos hacer de nuestra visión un sentido común.

Esta es una reunión de varios artistas que, motivados por la amistad, han fundado una estructura de colaboración que procura el bien común. Pero pretende crecer en sentido contrario. Quiere nuevas relaciones de colaboración que deriven en la amistad.

Algunos procuran revelar aquellas cosas esenciales pero invisibles que residen en la introspección; aquellos artistas que nos recuerdan que no hay que perder la costumbre de mirar hacia adentro. Otros, buscan en la realidad la resonancia de sus ideas. Artistas que señalan en el mundo la imagen de sus cavilaciones.